Aceptada esta conclusión, Laureano Gómez destaca el que no todos los centros e instituciones están al mismo nivel en cuanto a uso de las TIC. “Los nuevos hospitales se inauguran con las tecnologías del momento; los que tenemos una larga historia, como es el caso del de La Paz, tenemos cubierto lo básico, los procesos administrativos, pero todavía hemos de incorporar procesos clínicos y eso supone poner en marcha multitud de proyectos, algunos con unos costes muy elevados, y que son imprescindibles para no quedarnos atrás. Por eso la integración y el concepto de estación clínica son tan importantes: permite al clínico ver información de los diferentes procesos y permite desarrollarlas con lo que tienes o, si es posible, con lo tecnológicamente más avanzado. Un enfoque que se puede desarrollar en capas y así ir evolucionando consiguiendo herramientas de gran valor como pueden ser la petición electrónica de analíticas y de rayos, los visores de resultados y los sistemas de radiología digital".

Las TIC en la Sanidad atraviesan por un excelente momento, reconoce Joaquín Álvarez. “Sobre todo porque estamos muy sensibilizados, tanto los gestores como los usuarios. Ya no se concibe un nuevo hospital si no es disponiendo de un potente sistema de información que lo gestione y no sólo a nivel asistencial, también la administración y la gestión. Pero hay mucho por hacer. Convencidos como estamos del papel de las TI en el mundo sanitario, es esencial involucrarse en su implantación porque la mayor parte de los hospitales de España apenas cuentan con pequeñas parcelas con soporte de TI, generalmente administrativas y de gestión, no clínicas".

En esta línea José Antonio Zumalakarregui define un gran binomio: sociedad y sistema sanitario con el denominador de las empresas del sector TI dedicadas a la sanidad que, en su opinión, han adoptado una actitud muy pasiva y tienen que pasar a ser más activas. “Para que el ordenador aprenda medicina tiene que especializarse porque la sociedad se quiere relacionar con la sanidad y la sanidad quiere hacer lo mismo con la sociedad. Ante nosotros se abre un inmenso campo que ha de ser atendido por las TIC. Y puede hacerlo de varias maneras: una es la de responder al ciudadano cuando, por ejemplo, pide o quiere cambiar una consulta o estar en su casa vigilado por el sistema sanitario… un campo enorme".

Por otro lado está el hospital, donde todo lo que se necesita está muy claro: primero, seguridad; segundo, integración; y tercero, información. Aquí hay herramientas específicas: de diagnóstico, de seguridad en quirófano, etc.; pero una vez más, la empresa TI para saber y disponer de las herramientas más avanzadas y de futuro, deberá ser una empresa informática sanitaria. "Y no quiero olvidarme de las herramientas inteligentes: tenemos que avanzar hacia esa meta, la de las herramientas inteligentes como pueden ser los sistemas de seguridad basados en webs semánticas; una línea en la que vamos a trabajar con la Universidad de Mondragón para desarrollar un sistema de seguridad de pacientes que evite el error humano. Es un campo de juego global que se desarrolla de acuerdo con cada situación concreta”, destaca.

Para Zumalakarregui, la industria de las TI no puede estar a la espera de lo que dice el servicio informático de turno que, además, mientras no cambie la situación se parece mucho a un equipo de fútbol que cada cuatro años cambian a los jugadores… Pueden estar esperando permanentemente que alguien les diga hacia dónde ir.

“Pero el clínico ha de estar muy implicado en el desarrollo de herramientas que ayuden en la atención de los pacientes”, puntualiza Joaquín Álvarez Rodríguez, “Estamos hablando de asistencia sanitaria y eso necesita de la implicación de los clínicos. La asistencia sanitaria se basa en la relación entre médico y paciente. Las máquinas ayudan, pero actualmente el paciente es el que trata con el administrador y el médico es el que trata al paciente. Puedo tener un montón de sistemas, pero la decisión final es del médico”, puntualiza.