Cómo kubernetes se convirtió en estándar de la gestión de aplicaciones de contenedores
Nadie duda que Google sea uno de los mayores impulsores de la innovación tecnológica, aunque es menos conocida su política filantrópica de ceder desarrollos a la comunidad para que otros especialistas puedan trabajar libremente con ellos. Así ha ocurrido con kubernetes, anunciado en junio de 2014 y compartido con Linux Foundation para ser el estándar de la gestión de aplicaciones en contenedores Docker .
Kubernetes, conocido también como K8s, es un gestor de contenedores de código abierto que facilita a los desarrolladores el empaquetado de aplicaciones de software y de configuraciones de servidores para su más fácil manejo, ya sea en el traslado entre servidores, en el balanceo de carga o en la escalabilidad ante la necesidad puntual de más recursos para dar respuesta a acciones concretas con clientes.
Con Docker y kubernetes se puede gestionar la infraestructura de cualquier proyecto en un fichero cómo si se tratara de código fuente, creando una imagen que se puede desplegar en cualquier servidor en segundos, por lo que la organización puede reducir la publicación de nuevas soluciones de negocio y salir al mercado mucho más rápidamente
José Ignacio Herráez
Google desarrolló kubernetes inspirado en desarrollos que utilizaba para sus propios productos, como Gmail, Google Search, Drive o Maps y, al decidir liberado cómo código abierto, lo ha impulsado hasta convertirse en un estandar que permite el control y supervisión de contenedores disponibles en cualquier otro proveedor de cloud, como AWS o incluso en centros de datos internos.
Una de las grandes ventajas de la última versión de kubernetes es que permite mantener el servicio a cualquier organización, incluso ante la caída de su centro de datos, ya que es capaz de crear copias exactas de su configuración en caso de fallo para servir información sin fisuras en nubes híbridas.
“El hecho de que kubernetes se haya hecho tan popular se debe a que su uso es casi imprescindible para la gestión de aplicaciones complejas basadas en contenedores, lo que ha transformado la manera de interactuar con las infraestructuras y los despliegues”, afirma José Ignacio Herráez, responsable de cloud en Paradigma Digital.
“Con Docker y kubernetes se puede gestionar la infraestructura de cualquier proyecto en un fichero cómo si se tratara de código fuente, creando una imagen que se puede desplegar en cualquier servidor en segundos, por lo que la organización puede reducir la publicación de nuevas soluciones de negocio y salir al mercado mucho más rápidamente que antes”.
Kubernetes facilita, asimismo, el escalado de necesidades de infraestructura y el balanceo para que el servicio de calidad al cliente no se vea detenido por picos de actividad y para evitar grandes inversiones en sistemas, ya que optimiza de forma inteligente cualquier uso de la infraestructura, ya sea en cloud pública o privada.
En el caso de Paradigma, la empresa española que ayuda a cualquier organización a emprender el camino de la transformación digital, aplica kubernetes en proyectos de retail, donde la alta disponibilidad de los servicios ofrecidos a clientes es esencial y donde la escalabilidad puntual se convierte en fundamental ante picos de visitas como puedan ser períodos de ofertas puntuales, como los de rebajas, San Valentín, Navidad o Black Friday. Más información en www.paradigmadigital.com
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