Las  organizaciones recurren a la virtualización, entre otras cosas, para consolidar sus servidores, aumentar el tiempo de aprovisionamiento y proporcionar una infraestructura para que los desarrolladores puedan construir y desplegar aplicaciones. Pero  aunque se generalice la adopción de estas tecnologías, las presiones en costes siguen siendo importantes, y la mayoría de los responsables de organización y de TI coinciden en que ahorrar costes es el principal reto y la gran razón para migrar.

En este sentido, los participantes en una encuesta realizada por Red Hat afirman que, en los próximos dos años, esperan aumentar tanto su infraestructura virtualizada como las cargas de trabajo, en un 18% y 20% respectivamente. En cuanto a las aplicaciones, las cargas de trabajo virtualizadas más comunes son aplicaciones web, incluyendo sitios web (73%), servidores de aplicaciones web (70%) y bases de datos (67%).

Por otra parte, la  gran mayoría, el 85%, reconoce que desarrollan las aplicaciones sobre máquinas virtuales, y un 61% que también despliegan estas aplicaciones en una infraestructura virtualizada.

Sobre los beneficios de la virtualización, el estudio muestra que en general están bastante claros. En este aspecto, la encuesta muestra que los beneficios tradicionales de virtualización siguen vigentes y, en especial los relacionados con el aprovisionamiento más rápido de servidores, destacado por  un 55% de los consultados; el mencionado ahorro de costes (49%) y la consolidación de servidores (47%).

Como cabía esperar, los líderes TI no esperan que la virtualización traiga sorpresas a sus operaciones, en su lugar proporciona una tecnología fiable, madura y altamente disponible. Cuando se pregunta acerca de las capacidades más importantes de la virtualización, las respuestas más frecuentes son la fiabilidad (79%), alta disponibilidad (73%) y rendimiento (70%); seguido de cerca por la seguridad y la escalabilidad.

No obstante, la virtualización aún tiene desafíos por delante: casi el 40% de los encuestados piensa que los presupuestos y costes son un tema clave, en relación con los altos precios de migración de las cargas de trabajo y el mantenimiento de entornos virtualizados.

Puede parecer extraño que el coste suponga tanto una ventaja como una desventaja a la vez. Lo cierto es que depende del contexto, a largo plazo la virtualización puede ahorrar dinero a las empresas. Pero para lograrlo se necesita una fuerte inversión. Esto es especialmente cierto en el caso del software propietario, cuyas implementaciones requieren en ocasiones altos costes de licencias y servicios de consultoría.

La preocupación en torno a los costes puede ser la razón por la que los directores de TI buscan completar la virtualización con otras infraestructuras o entornos de desarrollo de aplicaciones. Así, ante la pregunta de qué tecnologías desplegarían en lugar de la virtualización durante los próximos dos años, se decantan por la cloud privada (60%) y contenedores (41%). Más información en www.redhat.es