Desde su creación en 1953 el CIB (Centro de Investigaciones Biológicas) ha estado en la vanguardia de la investigación española en el área de la biología y la biomedicina. La publicación de sus investigaciones en las más prestigiosas publicaciones científicas internacionales le han servido para obtener financiación tanto pública como privada, nacional y europea, para la realización de sus proyectos.

Actualmente, el CIB tiene unas nuevas instalaciones que le permiten seguir creando conocimiento en cinco áreas científicas que se corresponden con los Departamentos en que el Centro está organizado (Biología Celular y del Desarrollo, Biología de Plantas, Ciencia de Proteínas, Fisiopatología Celular y Molecular y Microbiología Molecular).

Sede del CIB en Madrid

Este centro de referencia internacional atesora grandes conocimientos sobre las diferentes formas de vida existentes en la Tierra, pero se le resistía una especie que comenzaba a hacer mucho daño sobre el rendimiento de su correo electrónico: el spam.

“La problemática se basaba en recibir correos electrónicos de universidades, curanderos, etc, muchos de ellos con intenciones de vender medicamentos dudosos”, aclara José Manuel Angulo, responsable del Área de Comunicaciones del CIB. “Se llegó a un punto que en el que se necesitaba una solución anti-spam flexible y precisa. Teníamos soluciones de prevención instaladas, basadas en software Spamassassin y como filtro antivirus ClamAV”.

Esta situación aumentó la preocupación de los usuarios, que perdieron totalmente la confianza en su sistema de correo electrónico, “debido a las dificultades que suponía localizar sus mensajes válidos entre un volumen muy alto de spam diario, con la consiguiente pérdida de productividad”, apunta Angulo, que tenía muy claro que había que iniciar una renovación e implementar nuevos dispositivos de seguridad: “Las soluciones que teníamos eran muy costosas de mantener debido al ratio personal informático/usuarios activos”, subraya el responsable de Comunicaciones, consciente de que no se correspondía esa partida con el nivel de satisfacción de los usuarios.

El equipo directivo del CIB y el Servicio de Informática se encontraban presionados por los empleados que solicitaron con urgencia una solución anti-spam, con objeto de no perder más tiempo desgranando los emails útiles de los spam. Por este motivo, la dirección del Centro encargó al Servicio de Informática la búsqueda de una solución en el tiempo más breve posible.
José Manuel Angulo apunta que el volumen de spam, sobre todo en las cuentas más antiguas, era altísimo: “por ejemplo en la fase de pruebas el día 5 de Mayo de 2007, mi dirección de correo electrónico recibió 951 mensajes basura. En general, el nivel de spam que llegaba al CIB es de más del 90 por ciento”.

Los usuarios deciden

El proyecto consistió en sustituir el actual sistema por el control de correo con Sophos eMail Security & Control montado sobre varias máquinas Linux (Red Hat) en paralelo, trabajando como una sola (cluster).

El remedio a todos estos males pasaba por implementar un sistema eficiente que acabase con la saturación de correo inútil en las bandejas de entrada de los usuarios. “Para ello, el CIB contactó con diferentes proveedores, de entre los cuales se seleccionaron los que más se ajustaban a nuestras necesidades. A cada uno de se les solicitó una maqueta que se instaló en el centro filtrando el correo real de los usuarios”, en palabras del técnico.

“La elección de eMail Security and Control de Sophos la hicieron los propios usuarios finales al comprobar los resultados de filtrado. Valoramos el soporte gratuito, el coste del proyecto, aunque la ausencia de falsos positivos fue el factor determinante”, señala Angulo.

Una vez seleccionada la solución, ponerla en marcha no supuso mayor dificultad y se puso en marcha rápidamente. La inversión que ha supuesto el proyecto ha sido de unos 12.000 euros (con validez hasta marzo de 2009), que incluyen licencias para dos y cuatro servidores clónicos.