ONO se ha hecho con un hueco entre los operadores de cable más fiables a la hora de proporcionar servicios de Internet, telefonía y televisión, donde cuenta con más de 3,8 servicios contratados en España. Recientemente presentaba su más ambiciosa oferta en la Comunidad de Madrid: banda ancha 'ultrarrápida' de 50 y 100 Megas de bajada y entre 5 y 3 Megas de subida.

Para llegar a este punto el camino recorrido no ha sido fácil, y el operador ha aprendido a asimilar las distintas adquisiciones, como la de Auna en julio de 2005, que supuso el espaldarazo definitivo a la compañía, pero también cambios en materia tecnológica. El área de Producción y Explotación de Sistemas, es decir, mantenimiento y soporte de equipos y usuarios se encontraba en Auna en régimen de outsourcing con IBM, un modelo que precisaba ser cambiado por la filosofía de ONO de llevar esta área de modo interno.

El reto que se planteaba era la consolidación del almacenamiento de los sistemas corporativos de ONO en Madrid y Barcelona, por lo que fue necesario emprender dos proyectos en paralelo. En la capital catalana, el equipo técnico se encontró con sistemas de almacenamiento dispersos y distintos, según ha comentado a TechWEEK el director de Producción y Explotación de Sistemas, Luis Arce. “Nos encontramos con nueve cabinas, algunas de Sun, otras de IBM, de HP… y lo que queríamos era consolidar, optimizar y ahorrar costes y actualizar todas las tecnologías”.

Sede de ONO en Madrid

La mayoría de estos sistemas databan del año 2000 y pasaron de la antigua Retevisión a Auna, según ha explicado Arce. La consolidación en una única tecnología suponía olvidarse de trabajar con conocimiento en paralelo y estratificar toda la información, asignándole un nivel de tecnología según el tipo de los datos. “No se trata el histórico de correos como la información crítica, que se trata con sistemas de disponibilidad 24x7, más cara de mantener”, aclara Luis Arce.

En Madrid, ONO ya era cliente de EMC, conocía muy bien su tecnología, hecho que resultó decisivo para que este proveedor unificase el almacenamiento con Barcelona. En la Ciudad Condal se consolidaron ocho equipos de EMC en un nuevo equipo DMX3-2500 con unos 84 TB brutos.

Requerimientos claros

La elección de EMC ofrecía muchas garantías al departamento de Producción, que debía completar en tres meses el doble proyecto. “La rapidez, fiabilidad, la posibilidad de estratificar la información, buenos servicios profesionales y la facilidad de gestión eran nuestros requerimientos y EMC los cumplía”, apunta Arce, que revela que en el tiempo que lleva en ONO (casi nueve años) no ha sufrido ninguna parada. “Dado el ‘know how’ de mi departamento en EMC conseguimos que los proyectos se completasen con la mayor velocidad”.