3.5G, en marcha hacia la cuarta generación

Estas siglas ilustran la evolución de la tercera generación de telefonía móvil, conocida como 3.5G, la antesala de la cuarta generación (4G) y la que dará lugar a la tan ansiada convergencia de redes. HSDPA mejora significativamente la capacidad máxima de transferencia de información y puede alcanzar tasas de 14 Mbps, con tasas de 'troughput' (capacidad de datos celulares) cercanas a 1Mbps de media, aunque las velocidades que ofrecen los operadores en las primeras fases de actualización oscilan entre los 2 y 4 Mbps, como por ejemplo, los casos de Vodafone y Telefónica, que ya ofrecen Internet móvil a esta velocidad en determinadas áreas geográficas.

Esto significa, sin duda, una oportunidad de oro para los operadores móviles, que han desarrollado funcionalidades para videollamadas de más alta calidad y juegos entre múltiples jugadores.

Para conseguirlo, han incorporado las pautas de la Release 5 en tres áreas de la red: Red de Acceso Radio (más conocida por sus siglas en inglés, RAN), Interfaz Aire y Núcleo de Red (core network). Asimismo, en esta 'hoja de ruta' también cabe destacar, aparte de la velocidad de transferencia, la integración fiable de los servicios móviles con Internet a través de un nuevo subsistema en la arquitectura IP Multimedia Subsystem (IMS), basado en las especificaciones 3GPP.

La nueva RAN supone uno de los principales cambios a afrontar por las operadoras en su red de acceso porque han de replantear toda su arquitectura, debido a que la nueva RAN sustituye la actual capa de transporte ATM por el conocido protocolo IP, que permitirá en un futuro la convergencia de redes.

La meta de esta renovación es la implantación de sistemas de control y gestión de la calidad de servicio (QoS) que, entre otras cosas, disminuye el retardo y permitirá, por primera vez, el uso simultáneo del canal para voz y datos.

Por otra parte, la Release 6, ya en marcha, centra sus esfuerzos en mejorar el rendimiento del canal de subida desde el Terminal hacia la red. HSUPA High-Speed Uplink Packet Access permitirá obtener velocidades de transferencia superiores a 5 Mbps, disminuyendo aún más la latencia. Una renovación que optimizará las aplicaciones interactivas.

La aceptación de 3G y la convergencia IP

3.5G y 4G son aún tecnologías de futuro para usuarios y empresas, que se encuentran inmersos en la labor de descubrir las posibilidades que ofrece la telefonía de tercera generación. Según el cuarto barómetro sobre tendencias y hábitos de consumo en España sobre telefonía móvil realizado por The Phone House recientemente, el índice de penetración de 3G alcanza el 23,7 por ciento en el segmento de contrato, aunque hay operadores que llegan al 50 por ciento.

Según este estudio, las funcionalidades mejor valoradas por los consumidores son: la videollamada, característica más atractiva para el 56,2 por ciento de los encuestados; la descarga de música, con un 22,8 por ciento y la de videojuegos, con un 4,1 por ciento. La videollamada, unida a las emergentes tecnologías de telepresencia, añade un sinfín de ventajas para las grandes empresas, que perciben en este avance un ahorro de tiempo en desplazamientos, gastos de viaje y mejora de la calidad de vida.

En múltiples foros y blogs se dudaba hace unos meses de que UMTS se convirtiese en la infraestructura de futuro para servicios móviles multimedia ante el imparable crecimiento de redes WiMAX y otras tecnologías inalámbricas similares.

No obstante, parece que la tendencia apunta hacia la coexistencia de ambas porque la generalización de WiMAX para el gran público aún está por llegar. En este sentido, el concepto que nos ocupa (3.5G) goza de una posición ventajosa en lo que a dispositivos preparados se refiere: ordenadores, tarjetas para PCs. Muestra de ello es la firme apuesta que por esta tecnología sostienen importantes fabricantes como Samsung, LG o Motorola.

La convergencia está más cerca, fomentada por la adopción de tecnologías IP en el ámbito empresarial. El futuro deja entrever que la frontera entre telefonía fija y móvil se irá difuminando, siendo IMS el principal catalizador.

Las ofertas de Triple Play con las que nos 'bombardean' los principales operadores son un ejemplo representativo de que la convergencia ha comenzado, máxime con atractivas ofertas Quad Play (Internet + televisión + voz + datos), que en España podría ser la lanzadera que necesita nuestra incipiente Televisión Digital Terrestre (TDT).

La futura infraestructura de comunicaciones no excluirá ninguna tecnología de acceso (móvil, cable, wireless) porque son muy maduras las aplicaciones existentes desplegadas en estos entornos. El reto de la industria TI es plantearse al usuario como foco de negocio y sustituir el actual modelo que basa sus movimientos en la red porque la tecnología ya no supone trabas, sino oportunidades.

Cobertura 3.5G

En España, Orange se convirtió en el primer operador en ofrecer servicio HSDPA, con el despliegue de red en Madrid, Barcelona, Zaragoza, Burgos y Pamplona el 19 de junio de 2006. El operador comenzó ofreciendo 1,8 Mbps en el mes de noviembre y espera prestar un servicio de 3,6 Mbps con cobertura para el 41 por ciento de la población.

Por su parte, Amena, antes de ser absorbida por el operador francés, realizó pruebas de HSDPA en el pasado 3GSM junto a Movistar, que ya inició proyectos piloto en abril del pasado año.

Por su parte, Vodafone hizo lo propio en Salamanca en marzo de 2006 y, a finales de año, su servicio (con calidad 3,6 Mbps) alcanzaba una cobertura del 68 por ciento de la población. Son datos alentadores para la tecnología 3G de banda ancha, junto a predicciones como la de Informa Telecoms&Media que estima 300 millones de suscriptores a servicios 3.5G para 2011. Para los analistas, la pelota está en el tejado de los proveedores de contenidos, que tienen en su mano la tecnología necesaria y sobradamente probada para hacer llegar al usuario información que ya está demandando (noticias, música, alertas, videoconferencia, etc.). Internet móvil es prácticamente un 'recién nacido', que está en brazos de operadores y proveedores de contenidos. De ellos es la responsabilidad de 'educarlo' con éxito en un mercado bastante despejado, si tenemos en cuenta que en territorio nacional el número de teléfonos móviles supera al de habitantes. Sólo es cuestión de ofrecerles contenidos y servicios atractivos.