Aurelio Caballero

Érase una vez una compañía, en la cual todo eran importantes urgencias, escasez de recursos (además, soportaban un gran nivel de sobresaturación con el consiguiente riesgo de cometer errores) y encima, una coyuntura económica general que no acompañaba… ¿Le es familiar? ¿Se imagina que pudiera garantizar la respuesta a todas sus urgencias de forma eficiente? Pues es posible que su competencia no se encuentre en la misma situación.

Desde hace varios años todos hemos oído hablar del término outsourcing o tercerización y en sí, según Wikipedia, es “el proceso económico en el cual una empresa determinada, mueve o destina los recursos orientados a cumplir ciertas tareas, a una empresa externa por medio de un contrato”.

Pero claro, no es únicamente un contrato en el que se especifiquen las condiciones, tareas, vigencia, etc. También deben tenerse en cuenta los factores de calidad, es decir, una metodología de trabajo basada en buenas prácticas, un Service Level Agreement con penalizaciones, unos mecanismos de control, etc. de forma que sea el cliente quien tenga en todo momento la situación supervisada y, en definitiva, monitorizar este servicio como si de un proceso industrial se tratara.

Es decir, es una relación más allá de un proyecto, es una relación a largo plazo en la cual todos tienen que ganar. En el camino, nos encontraremos dudas, problemas, pequeños fracasos, pero como en nuestra vida personal, hay que luchar por unos objetivos comunes para, al final, encontrarnos con el éxito y con los objetivos esperados.

¿Por qué viene todo esto?

Pues no sólo por el consabido ahorro de costes basado en el excedente económico que produce eficiencia en un proceso, por la transformación de costes fijos en variables, por la especialización de los recursos implicados, por la flexibilidad del outsourcer… sino por otros intangibles como la mejora de la calidad de vida del equipo de IT, la disponibilidad de un equipo de management interno mejor entrenado y la capacidad de responder mejor a retos de mercado.

En resumen, ser más funcional y ejecutivo que técnico o, dicho de otro modo, ser mucho más útil a su Dirección.

Estadísticamente, los departamentos más externalizados son aquellos que son relativamente independientes, con servicios especializados y/o de apoyo y sujetos a un entorno cambiante donde es difícil reclutar, formar y retener al personal …

Muchos clientes nos preguntan: “Pero si externalizo, ¿pierdo el control?, ¿soy prescindible?

Respondemos con un ejemplo. En muchas empresas, existe un Consejo de Administración con Consejeros independientes que, de hecho, ofrecen sus servicios a varias empresas, en una escala diferente. Lo que se propone es que una empresa tecnológica e independiente asesore en las tomas de decisión en este tipo de aspectos ¿Significa esto que los directivos de su compañía pierden el control? Pues, efectivamente, la respuesta es no.

Un paso más allá de la externalización de la gestión de su TI, podría ser el diseño de una oficina técnica. Es decir, la creación de un organismo capaz de entender los procesos core del cliente: cómo se relacionan sus departamentos, traducir sus requerimientos funcionales a proyectos tecnológicos y que además, innoven, optimicen y busquen sinergias, por ejemplo, haciendo labores incluso de Central de Compras aprovechando economías de escala (con varios clientes) por volumen de negociación. Pero eso sí, el control siempre debe estar en el cliente, en la Dirección de TI.

¡Sr. CIO, la crisis actual es una oportunidad! No caiga en el “modo supervivencia” ni en la gestión “on the fly”. Le hará cometer errores en su estrategia a medio plazo.

Tome la bandera del cambio, innove, cambie el rol de CVMO (Chief Vendor Management Officer) a CIPO (Chief Process & Innovation Officer).

Muchos son los que piensan que la figura del CIO está en extinción. Usted es de las pocas personas de su compañía con una visión cross de todos los departamentos, de todas sus problemáticas y esto le permitirá convertirse en uno de los pilares fundamentales de su empresa.

Como resumen, una compañía con una estrategia ITOuC tiene como objetivo ser partícipe de la evolución de sus clientes, de ayudarlos compartiendo experiencias, de proponer mejoras, de innovar, de trabajar codo con codo para que puedan aprovechar mucho mejor sus recursos en lo que realmente aporta valor al negocio, en lo que últimamente vienen a llamar “IT Alignement”.

Pero la mejor forma de que usted esté cerca de su negocio, que pueda ser útil a la Dirección Corporativa es que lo que tenga bajo su responsabilidad, que lo tenga también bajo control.