Jeremy Nicholds

Además, el auge de los pagos móviles en España supondrá un aumento del volumen de gasto medio semanal hasta alcanzar un total de 1.410 millones de euros por semana en 2020, lo que supone que cada consumidor pagará con el móvil una media de 37 euros semanales, 15 euros más que en la actualidad.

De hecho, casi una cuarta parte de los encuestados (22%) predicen que gastarán más de 70 euros a la semana a través del móvil en 2020.

Según el informe de Visa, hoy son las apps lo más adquirido a través de smartphones en España (51%), aunque se observa un grupo creciente de consumidores que está comprando otros bienes de mayor valor económico, como la electrónica o la moda (16%), que ya se han situado entre las cinco categorías de lo más comprado en el comercio móvil, inmediatamente detrás de la comida para llevar (26%) y la música (22%).

La adopción de los pagos digitales por parte de los españoles es señal del crecimiento de la confianza que tienen los consumidores en los nuevos métodos de pago, debido especialmente a que éstos se entienden mejor, están disponibles para cada vez más consumidores y su facilidad de uso ha aumentado.

Con un conocimiento público cada vez mayor sobre las opciones de m-commerce existentes, las carteras digitales y los pagos sin contacto, el 51% de los consumidores dice que estaría interesado en utilizar un servicio de cartera digital y casi la mitad (44%) están interesados en utilizar sus smartphones para realizar pagos sin contacto por sus compras cotidianas en tiendas.

Para Jeremy Nicholds, executive director for Mobile de Visa Europe, “aunque nos satisface ver que los consumidores dicen que esperan multiplicar por 2,6 el gasto que realizan semanalmente con sus tarjetas vía teléfono móvil durante los próximos cinco años, en Visa pensamos que esa cifra puede ser incluso algo conservadora y que el ratio de adopción de este tipo de pagos será mucho mayor. Esto es especialmente cierto si nos fijamos en el crecimiento del uso de la tecnología «contactless» en Europa, cuyo uso se ha duplicado y cuyo volumen de gasto se ha triplicado durante los últimos 12 meses”.

“Las mejoras en los pagos sin contacto y en comercio electrónico han sido claves en preparar el terreno para la siguiente generación de tecnología de pagos móviles. El mercado cuenta con las condiciones necesarias para atender las necesidades y las expectativas que generan los pagos digitales. Ya no es cuestión de si los consumidores adoptarán esta nueva forma de pagar, sino de cuándo, y en nuestra opinión los pagos con móvil van a convertirse en algo habitual durante los próximos 12 meses”, señala Nicholds. 

Quienes ya están utilizando sus teléfonos móviles para hacer transacciones, también están abiertos a otros servicios financieros móviles. El estudio señala que estos usuarios de servicios de pago a través del móvil están cinco veces más propuestos a interesarse en pagar a amigos a través de una app de un smartphone que aquellos que no son usuarios (39% frente al 13%).

Uno de cada cinco se muestra dispuesto a realizar también pagos a través de redes sociales, en comparación con uno de cada veinte entre los que no son usuarios de estos servicios.

Si consideramos las principales preocupaciones acerca de los pagos móviles, aproximadamente un tercio de los encuestados admitió que simplemente no sabe lo suficiente sobre ellos. Al igual que con otras nuevas tecnologías, esto ha dado lugar a una cierta aprensión acerca de temas como la privacidad, el fraude o la seguridad.

“Estamos siendo testigos de un enorme aumento del interés que los consumidores españoles tienen en medios de pago más rápidos y cómodos, a medida que las tecnologías de comercio móvil y online siguen evolucionando a buen ritmo. Esta es la razón por la que Visa Europe invierte más de 200 millones de euros en innovación, incluyendo una serie de tecnologías de pago seguras, como la tokenización, para abordar aspectos como la seguridad y la comodidad”.

Cuando se trata de dinero, la preocupación por el control y la seguridad son comprensibles debido a una simple falta de conocimiento que es, a menudo, una causa subyacente, y los consumidores se dan cuenta rápidamente de las ventajas de la comodidad. Ya hemos observado esto antes durante la adopción de las tarjetas sin contacto, una vez que la gente conoce la tecnología, ven a otros utilizarla y se acostumbran a pagar con ella, el uso se dispara”, concluye Nicholds.