VMware se ha convertido en la firma de referencia para el mundo de la virtualización, convirtiéndose en partner imprescindible para los grandes de hardware como HP, Dell o IBM. El éxito de la compañía se ha basado en su filosofía de ahorro de costes energéticos y reducción de espacio en los centros de datos, una preocupación creciente para las empresas.

En esta ocasión, VMware ha puesto las cifras sobre la mesa para evidenciar los beneficios a medio plazo que supone invertir en sus soluciones de virtualización. Sus clientes han podido comprobar que al fusionar 10 o más máquinas físicas en un único servidor, consiguen reducir el consumo energético y los costes entre un 80 y un 90 por ciento. Los clientes de VMware que han pasado de utilizar una aplicación por cada servidor a más de 60 por servidor han logrado ahorrar millones de dólares.

Por cada servidor virtualizado, los clientes pueden ahorrar en torno a 7.000 kilovatios / hora (kWh), o cuatro toneladas de emisiones de CO2 al año. Desde 1998, VMware ha virtualizado más de 6 millones de cargas de trabajo de servidores, lo que supone un ahorro energético estimado de cerca de 39.000 millones de kWh. Esto equivale a unos 4.400 millones de dólares (2.865 millones de euros), cifra equivalente a la energía que consume un país como Dinamarca en un año o el 15 por ciento del consumo energético anual de España.

“Hoy en día, la mayor parte de los servidores y ordenadores siguen consumiendo entre un 70 y un 80 por ciento de su energía estimada, incluso cuando no están en uso”, según Stephen Herrod, responsable de tecnología de VMware. “Desconectando los servidores y desktops durante los periodos de inactividad, como por la noche o los fines de semana, podemos lograr que nuestros clientes ahorren otro 25 por ciento o más en su consumo energético, sin que afecte a las aplicaciones ni a los usuarios”.