La firma rusa de seguridad, a través de su sistema de monitorización Kaspersky Security Network (KSN), ha puesto de manifiesto en el informe de enero sobre programas maliciosos, publicitarios y potencialmente peligrosos, lo que ya se preveía desde hace tiempo: dispositivos móviles y Web 2.0 son ya un objetivo claro de los códigos maliciosos, aunque este mes los ataques se han centrado en las aplicaciones de uso compartido de archivos (peer-to-peer).

Este método de propagación a través de las redes y las descargas multimedia ha resultado ser altamente efectivo. La presencia simultánea en el ranking de tres ‘downloaders’ no estándar confirma la difusión masiva de este tipo de troyanos, que aprovechan la actitud confiada que muestran los usuarios respecto a los archivos multimedia. También es muy significativa la propagación de troyanos que descargan un ejecutable disfrazado de códec durante la reproducción de un fichero multimedia y abren el acceso a una red donde los usuarios, sin ser conscientes de ello, descargan ficheros infectados y los transmiten a otros usuarios.

En cuanto a los virus, lo más relevante durante enero ha sido la proliferación de la familia de gusanos Kido, que aprovecha una vulnerabilidad crítica de Microsoft Windows. En cuanto a la distribución porcentual de las amenazas por grandes grupos, se ha reanudado la tendencia descendente de los troyanos iniciada en septiembre, en beneficio de los virus, la categoría más popular en la actualidad (50 por ciento), junto al malware, que también ha experimentado un ligero ascenso, entre el 10 y el 15 por ciento.

En total, se ha detectado un total de 46.014 amenazas en el entorno ‘in the wild’ durante el mes de enero, 7.800 más que en diciembre. El periodo vacacional, por tanto, no ha supuesto un descenso de la actividad de los hackers, sino todo lo contrario, según Kaspersky Lab.