Sync.es es una empresa de alojamiento web y servicios para empresas en el nuevo contexto 2.0, en palabras de su director general, Álvaro Arbeloa, durante la presentación de la estrategia de su compañía para 2009: “Internet es un buen paraguas para paliar todo lo que está pasando”.

Sync.es nació en 2002 en Zaragoza y en este tiempo han conseguido más de 12.500 clientes y 90.000 dominios con un equipo que supera la veintena de empleados, repartidos en sus oficinas de la capital maña, Madrid y San Sebastián. “Disponer de infraestructura propia nos diferencia de los demás porque así podemos alcanzar un mayor nivel de servicios de valor añadido”.

Arbeloa es consciente de lo difícil y concentrado que está el mercado en el que toman parte, sobre todo tras la llegada de grandes colosos como 1&1. “Es más importante fidelizar a los clientes actualmente que intentar captar a nuevas empresas”, puntualiza.

La compañía aragonesa pone en manos de las pequeñas y medianas empresas un modelo sencillo para estar desarrollar el negocio en la web, desde el registro de dominios y marcas (fase defensiva), adquisición de presencia en Internet y obtener partido del comercio electrónico, que será la tercera fase, utilizar la web como un canal de venta. “Todo este proceso se puede completar en 45 días con una inversión de 6.000 euros”, aclara Arbeloa. “Las empresas Españolas no aprovechan el potencial de Internet y ahora más que nunca es el salvavidas al que agarrarse”.

Empresa 2.0

En Sync.es entienden que la internacionalización, la disponibilidad 24x7, la automatización de ventas y cobros y la inmediatez de la respuesta son sólo algunos de los atributos inherentes a las empresas 2.0. El aumento de las ventas, la reducción de costes, la creación de negocios virtuales y la creación de nuevos productos y servicios son sólo algunos de los beneficios expuestos por la compañía.

Sync.es creció un 10 por ciento el pasado año y confía en mantener este ritmo. “Los clientes ya no son tan sensibles al precio, pues no hay grandes diferencias entre lo que supone el alojamiento web durante un año, pero si el cliente no se ve cuidado sí que se puede ir”, concluye Arbeloa.