SOA responde a la promesa de integración y reutilización de aplicaciones, simplificando su desarrollo y facilitando la compartición de procesos empresariales con terceros. A su vez, ayuda a reducir costes, obtener mayor eficiencia y responder a los cambios de forma rápida y precisa. No obstante, diseñar una Arquitectura Orientada hacia los Servicios no resulta sencillo motivo por el que Progress Software propone diez consejos a considerar a la hora de decantarse por este modelo.

Según destaca Fernando Paccini, director de Cuentas en Progress Software España, “SOA es una promesa alcanzable, pero la complejidad del mundo real exige que una arquitectura bien diseñada integre de forma coherente múltiples sistemas, aplicaciones y fuentes de datos, además de ser rápida, fiable, escalable y segura. Seguir estos consejos y obtener soporte a largo plazo de un proveedor contrastado resulta fundamental para alcanzar el éxito”.

• Valorar las necesidades. La empresa debe realizar una correcta evaluación del modelo SOA y sus prioridades estratégicas, además de llevar a cabo un análisis detallado de costes, ahorros previstos e inversión necesaria.
• Contar con una estrategia global. SOA es un proceso incremental; se puede comenzar añadiendo capas de servicios web a las aplicaciones existentes y después trasladarlas a otras, pero siempre en función de esa estrategia global.
• Basarse en estándares y no en extensiones propietarias. SOA consiste en un lenguaje abierto que no debe modificarse para facilitar la reutilización. Como resultado, no se depende de un único proveedor o tecnología.
• Clonar y reconfigurar aplicaciones puede sonar bien, pero lo ideal es enfocarse en la reutilización, no en la reconfiguración. Además, el valor de una implementación SOA se mide por la reutilización efectiva de los servicios web, y no por el número de web services desplegados.
• Tener en cuenta la relación de los procesos y aplicaciones corporativas con otros de partners y proveedores.
• Atender a los posibles riesgos de seguridad y saber mitigarlos. Para proteger las aplicaciones, los esquemas de validación deben seguir unas pautas acordadas por la organización y con terceros.
• Diseñar una infraestructura completa de middleware, y no sólo aplicaciones web, conectando antiguas aplicaciones aisladas con los nuevos sistemas mediante tecnología ESB (Bus de Servicios Empresariales).
• Establecer políticas de control (IT Governance). Es necesario definir con detalle las etapas y fomentar sinergias entre el personal implicado y sus responsables con el fin de optimizar el rendimiento de la plataforma.
• Ajustarse dinámicamente a la carga de los distintos recursos y garantizar la escalabilidad hacia un modelo SOA distribuido.
• Seleccionar el proveedor adecuado. Para ello, hay que estudiar las ofertas SOA disponibles en el mercado, asegurarse de la solvencia y trayectoria del proveedor y solicitarle referencias de usuarios.