Análisis
Un día sin datos ni redes: psicosis de base tecnológica. Del Efecto 2000 al Y2K38
Hace 16 años el mundo vivía la primera psicosis de base tecnológica: del Efecto 2000 o el Y2K. El pánico provocado por un fallo de software derivado de una práctica común entre los programadores de entonces: omitir la centuria de los años en las fechas para economizar memoria. A la espera de que se solucione otro efecto similar, el Y2K38, que se producirá dentro de 22 años y afectará a los sistemas de las familias Unix y Linux, entre ellos los Android, NetApp nos ilustra sobre la casi absoluta dependencia que tenemos de dispositivos, redes y sistemas .
Hace 16 años el mundo vivía la primera psicosis de base tecnológica: del Efecto 2000, también conocido como Y2K. En pocas palabras, el pánico a la incertidumbre provocada por un fallo de software muy extendido y derivado de una práctica común entre los programadores de entonces: omitir la centuria de los años en las fechas, para economizar memoria.
Un error que el 1 de enero del 2000 iba a generar fechas negativas, indicar al sistema que estaban en el año 19100 o, caso de las primeras versiones de Windows, que todavía no eran sistemas operativos sino el interface gráfico del MS-DOS, volver al pasado: al 1 de abril de 1980, la fecha de creación del sistema operativo. Algo así como la fecha del Descubrimiento, pero en el mundo de los orígenes de la programación de microordenadores -el primer PC, el de IBM, apareció en 1981-.
Al final no hubo ninguna catástrofe, salvo alguna que otra caída y bloqueos resueltos con un reset, y sistemas y redes siguieron funcionando normalmente después de las 00.00 de 1 de enero del 2000. Hay que reconocer, no obstante, que durante los meses y años anteriores a esa fecha se produjo una de las mayores modernizaciones de aplicaciones, plataformas y sistemas de la historia de las TIC, y empresas e instituciones públicas de todo el mundo dedicaron más de 300.000 millones de euros, unos 3.600 millones en España, a parchear el bug Y2K. Eran los tiempos de la burbuja puntocom y sobraba el dinero para todo lo que fuera tecnología.
Unix, Android y el Y2K38
Pero la historia se puede repetir con el Y2K38, acentuada por la extrema difusión de tecnologías y dispositivos: el sistema operativo Unix y en general los que usen el estándar POSIX (IEEE 1003), entre ellos el popular Android, basado en Linux. Todos ellos presentan las fechas en segundos, con palabras 32 bits (-2 elevado a 31 hasta 2 elevado a 31; con 1 bit para el signo, y 31 para representar su valor en complemento a dos), desde el 1 de enero de 1970.
Según ello, el último segundo que podrán representar será el de las 3:14:07 del 19 de enero de 2038. Dentro de 22 años y 5 meses. Una sencilla comprobación de esta limitación es intentar configurar un dispositivo Android con una fecha posterior al 19 de enero de 2038.
Un día sin datos
A la espera de que se resuelva el Y2K38 y las problemáticas que surjan en los próximos años, viene muy bien la infografía elaborada por NetApp en la que se hace evidente la absoluta dependencia de redes y sistemas en todo tipo de actividades.
Una simplificada perspectiva que provoca la reflexión sobre lo que podría pasar si el mundo se queda sin datos o sin las infraestructuras, «definidas por software», que los soportan, procesan, llevan, traen, entregan y almacenan.
O si tras una caída de esa magnitud, sería posible el que todo se reiniciara y en qué estado lo haría. Y eso sin entrar en causas ni en los cimientos de unas tecnologías que, por muy avanzadas y apasionantes que nos parezcan, siguen estando en gran parte arraigadas en aquellos felices años 70 y 80 del siglo XX.
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