techWEEK. ¿Qué ventajas tiene la Inteligencia Colectiva para los usuarios?

L. C.: Lo que más le puede importar al usuario es navegar por Internet y utilizar su ordenador, despreocupándose completamente. Esto no puede conseguirse con ninguna compañía, ya que nadie puede garantizar la seguridad al cien por cien. Lo que tenemos claro es que existe una parte que se nos escapa a todos, pero nuestra meta es reducir esa parte, ser los que mejor protejan a los usuarios.

Lo que nos diferencia de la competencia es que sabemos que nuestros clientes no son expertos en malware y no debemos dejar el peso de las decisiones en sus manos. Esto lo tenemos claro desde hace muchos años cuando sacamos adelante Titanium, el primer antivirus ‘instálalo y olvídate’.

techWEEK. ¿Qué nuevos retos tendrán que afrontar las empresas de seguridad a lo largo de este año? ¿Cuál va a ser la estrategia que seguirá su compañía?

L. C.: El malware en 2007 se ha salido completamente de escala y lo peor no es eso, la cuestión es que 2008 pinta bastante peor. Hace poco hablando con el CEO de AVTest.org, Andreas Marx, comentaba que en 2007 había conseguido más de cinco millones de ficheros de malware. Actualmente, explicó que estaba recibiendo entre 3.000 y 4.000 ficheros a la hora, lo que de seguir así daría como resultado a finales de año, unos 20 millones de ficheros de malware.

El problema es el dinero, mientras lo haya, es complicado frenar este fenómeno de raíz. Los gobiernos de los diferentes países tienen que concienciarse de la importancia que este problema está adquiriendo y dotar de recursos. En España, la Guardia Civil y la Policía Nacional hacen un buen trabajo, pero existen otros países donde no hay ninguna conciencia del fenómeno y del dinero que este mueve.

Parte de responsabilidad la deben tener los usuarios, que tienen que concienciarse; otra parte la tienen las compañías de seguridad que deben colaborar entre sí para que se conozca la mayor cantidad de malware posible, pero tiene que haber también un apoyo a nivel de cooperación entre las diferentes fuerzas de seguridad porque en Internet no existen fronteras.

En cuanto a nuestra estrategia, he de decir que tenemos la infraestructura de la Inteligencia Colectiva montada, pero hay muchas cosas que podemos hacer con ella y todavía no estamos haciendo. Nuestros equipos de técnicos están desarrollando diferentes aplicaciones, ahora mismo tenemos tres diferentes, pero el reto es incrementar la correlación entre esas aplicaciones y ponerlos en todos los servidores para darle uso e incrementar nuestra capacidad de detección. La Inteligencia Colectiva es una tecnología viva que irá evolucionando constantemente, ese es nuestro objetivo.

techWEEK. ¿Cuál es su opinión acerca de la tecnología de otras compañías de seguridad como Microsoft o Kaspersky?

L. C.: Microsoft le está poniendo ganas. Nuestros laboratorios mantienen mucha colaboración con los suyos, aunque en lo que respecta a los productos están empezando. Les queda todavía camino por recorrer porque no te puedes posicionar en un mercado nuevo de la noche a la mañana, a pesar de que contrates a especialistas. Tienes que coordinarlos, investigar nuevas tecnologías, incorporarlas a tus productos… Tienen un antivirus muy básico con su fichero de firmas y de momento, no es más.

Respecto al resto de compañías, decir que Kaspersky está haciendo buenos movimientos en el tema de análisis de comportamiento, siguiendo nuestra estela y creo que van por buen camino. Les falta hacer más accesibles sus productos a los usuarios.