“Cuando las cosas se ponen difíciles los duros empiezan a trabajar”, la primera parte de este refrán describe la actual situación de la economía global. La segunda parte atañe a las empresas proveedoras de servicios que a pesar de los graves momentos por los que está pasando la economía mundial han decidido invertir hoy en sus redes, profundizando con fibra hasta los hogares, empresas y antenas wireless. Estas empresas reconocen, que a pesar de la recesión económica, la demanda de banda ancha no cesará de crecer.

Según el 'Estudio Global de Banda Ancha', un informe independiente encargado por la firma Photonics CIP Technology y llevado a cabo el año pasado por David Payne de la Universidad de Gales, la demanda mundial de ancho de banda en Internet en el 2010 superará los 160 Terabytes por segundo (Tbits/s), lo que supone más del uso total entre los años 1998 y 2008. El video y la descargas online serán los principales motores de consumo de banda ancha. Payne prevé en su estudio que en el año 2018, el uso de banda ancha podría crecer de 40 a 100 veces más respecto a las redes actuales – asumiendo que los proveedores de servicio hagan que esta capacidad esté disponible.

Observemos algunas de las razones del incremento del uso de banda ancha en usuarios individuales y empresas a corto plazo:

• Con la llegada del vídeo de alta definición a bajo costo, en tiempos de grave recesión económica, la tendencia de los consumidores es quedarse en casa y entretenerse con sus ordenadores y terminales móviles, que precisan conexión a Internet de gran ancho de banda ya que soportarán TV y video bajo demanda, y juegos en red.

• El foco puesto por las empresas en el recorte de gastos de los viajes de negocio, mejorando la competitividad, confiando más en videoconferencias, y en el uso global de las herramientas de comunicación a su disposición.

• La digitalización de los archivos médicos y la necesidad asociada de movimiento de datos de aplicaciones similares.

• Nuevas aplicaciones de infraestructuras máquina a máquina (M2M); por ejemplo en puentes, autopistas e instalaciones eléctricas inteligentes, que generan grandes volúmenes de datos que han de ser transportados a los ordenadores centrales y Centros de Datos para su procesamiento y almacenamiento.

• El despliegue de redes móviles y aplicaciones de alta velocidad 3G/4G y el hecho del colapso que están suponiendo en los backhaul de sus redes móviles.

• Las ayudas de los gobiernos para incrementar el acceso a banda ancha, lo cual aumentará el número de usuarios y la utilización de las aplicaciones en red.

Parece evidente que la demanda de banda ancha aumenta cuando se pasa por épocas favorables, pero también se incrementa en tiempos económicos difíciles, simplemente porque los usuarios necesitarán contar más con las redes para su trabajo y ocio. Igualmente es obvio que el único camino para que los proveedores de servicios puedan proporcionar la capacidad requerida es desplegar fibra lo más masiva y rápidamente posible en sus redes.

Las decisiones de inversión se necesitan tomar hoy, y los proveedores de servicio que lo hagan disfrutarán de ventajas competitivas en el medio y largo plazo frente a aquéllos de sus competidores que opten por no invertir.