Hoy en día Internet funciona con el protocolo IPv4 pero esto va a cambiar, porque no hay suficientes direcciones libres para satisfacer la demanda. El paso hacia el protocolo IPv6 es inminente y, puesto que las últimas direcciones IPv4 ya están asignadas, las compañías tienen que planificar sus movimientos. IPv6 necesita, normalmente, 18 meses para ser implantado y, en el ámbito empresarial es necesario garantizar que los sistemas pueden acoger el tráfico IPv6 en un momento dado. Por ello, tanto la planificación como la transición han de comenzar inmediatamente.

“La llegada de IPv6 es un procedimiento largo que afectará a partes fundamentales de los procesos empresariales, incluyendo aplicaciones de correo electrónico, nóminas y gestión de cadenas de suministro”, apunta Javier Morgado, country manager de Easynet Global Services. “Por tanto, es necesario tener en cuenta una serie de elementos, incluyendo la reconfiguración de la infraestructura de red, desde el mismo momento de la implementación. Hay una serie de diferencias entre el IPv4 y el IPv6 que hay que considerar, por lo tanto, un simple cambio de protocolo no funcionará”.

Compatibilidad y seguridad, los grandes retos

Easynet advierte de que es necesario hacer frente a una serie de hechos que se dan por sentado en el entorno IPv4, pero que no funcionarán una vez que IPv6 esté implantado. Esto es especialmente importante en el caso de los firewalls y las políticas de acceso a red, ya que ambos necesitan ser reconfigurados con antelación. Por tanto, Easynet recomienda a los directores de TI que, para minimizar costes y garantizar un óptimo rendimiento, tener en cuenta los siguientes aspectos:

• Seguridad: Cuando se lleva a cabo la transición de protocolo, es necesario reconfigurar el firewall porque si se queda abierto, es muy posible sufrir una brecha. Puesto que IPv6 ha sido diseñado para disfrutar de una mejor comunicación en todos los dispositivos – iPhone, tablet, portátil o Pc- será posible tener acceso a datos que no deberían haber salido nunca de la oficina. Los riesgos podrían ser también introducidos a nivel de protocolo por lo que la compatibilidad de la infraestructura de red, el software y el parcheado deben ser actualizados.
• El mundo entero se comunica a través de correo electrónico: El sistema de envío de correo electrónico tendrá un efecto importante en el enfoque que se dé a la transición. La compatibilidad para aquellos que alojen sus emails dependerá del proveedor que utilicen. Por ejemplo, Microsoft Exchange 2007 y 2010 tienen un buen soporte de IPv6 cuando se ejecuta en Windows Server 2008, mientras que Zimbra aún no es oficialmente compatible con el nuevo protocolo. Si la compañía tiene una plataforma de email alojada, hacer su correo electrónico visible sobre IPv6 es responsabilidad de su proveedor de servicio.
• Analizar si su actual proveedor de red ofrece capacidad IPv6: Por un lado, le ayudará a darse cuenta de que hay una demanda para IPv6 que tiene que satisfacerse; y por otro a decidir si se debe buscar un proveedor de red capaz de ofrecer consultoría y el soporte necesario para hacer la transición con éxito. Considerar también la posibilidad de externalizar el hosting de su sitio web y aplicaciones clave a un especialista que pueda hacerlas compatibles con IPv6. Esto podría ser una opción para hacer una transición adecuada y de forma paulatina.
• Camina hacia el cambio: Todas las compañías tendrán que llevar a cabo el cambio, independientemente de si operan o no en el espacio tecnológico. La red afectará a la compañía en su totalidad y aunque se pretende hacer el cambio sin problemas ni fisuras, es necesario informar de en qué se está trabajando.

Estos son los primeros pasos de lo que se hará en los 18 meses del cambio. La implementación del nuevo protocolo es sencilla, pero existen algunos riesgos, especialmente en lo que se refiere a compatibilidad y seguridad.