techWEEK. En los últimos años, no hemos sabido demasiado de 3Com…

F. P.: En el año 2000, se produjo la llamada ‘ruptura de la burbuja tecnológica’ que hizo necesarios cambios y reajustes en casi todas las empresas. En nuestro caso, lo cierto es que reaccionamos más lentamente que otras. No es que desapareciéramos del mercado sino que tuvimos que reestructurar toda la organización para hacer frente a la nueva realidad económica. Hicimos anuncios interesantes por lo que, en aquel momento, nos tildaron de locos pero el tiempo nos ha dado la razón. Por ejemplo, dijimos que íbamos a abandonar Internet a favor de Ethernet, de cualquier velocidad y en cualquier medio. Y hoy no existe prácticamente otra cosa que Ethernet. Es la base fundamental de todas las comunicaciones. Siempre hemos ido un paso por delante del mercado. Cuando todos estaban con la tecnología Fast (Ethernet) nosotros ya estábamos utilizando Gigabit; cuando los demás adoptaron Gigabit, nosotros ya estábamos en 10 Gigabit, etc.

Félix Prieto

También se produjo un mal entendido; informaciones que se interpretaron de distinta forma en EEUU y Europa. En aquel momento, se dijo que 3Com abandonaba el mercado empresarial en pro del mercado pyme, un segmento que, en EEUU, es equivalente al mercado de la mediana y gran cuenta europeo. No se entendió o tampoco supimos explicarlo adecuadamente, algo que nos sacó un poco del mercado y que los competidores supieron aprovechar. Pero la realidad era que nunca abandonamos el mercado empresarial.

techWEEK. Pero, ¿cómo puede darse un mal entendimiento así en una multinacional?

F. P.: Pues porque, a causa del fin de la era puntocom, también nos vimos obligados a racionalizar todo nuestro portfolio, que abarcaba más de mil productos. En ese proceso, los que más afectados quedaron fueron los de la gama alta de grandes chasis, los CoreBuilder y todos los modelos de esta familia. No tenía sentido mantener la producción de todos los componentes de esta gama en pequeñas cantidades. Decidimos sacar el producto más potente y masificarlo ofreciendo distintos módulos. Quisimos beneficiarnos de la economía de escala y, como resultado, pudimos reducir los precios en un 40 por ciento.

Pero, después, cometimos el error de renombrar el producto CoreBuilder 9000 como Switch 4007 y esto, junto al anuncio sobre que poníamos el foco en la pyme, hizo que el mercado pensase que habíamos abandonado el segmento de empresarial. Fue nuestro talón de Aquiles, por así decirlo, y todavía hoy nos estamos recuperando de esas decisiones.