A pesar de la cercanía a su entrada en vigor, prevista para 2013 o 2014, el sector asegurador se encuentra muy lejos de cumplir los requisitos exigidos por  Solvencia II debido a la incertidumbre respecto a los procedimientos y a las soluciones tecnológicas necesarios para cumplir con la directiva. De hecho, sólo el 15% de las compañías tiene un nivel avanzado para cumplirla y el 25% muestra un retraso significativo.

Aunque España presenta el mayor grado de desarrollo de todos los países participantes, son las aseguradoras de ámbito multinacional las que explican esta ventaja, dado que presentan un desarrollo para Solvencia II que es casi dos veces superior al de compañías de ámbito local. Si no fuera por su presencia, el sector estaría muy retrasado respecto al de otros países. En este sentido, cuando se comparan sólo las compañías locales, se observa que a las españolas les queda un mayor camino por recorrer que a las de países como México o Portugal. Las compañías locales italianas, por su parte, están en la cola en el desarrollo de la gestión integral del riesgo.

Las mutualidades son las más retrasadas

La demora en la adopción de la normativa se hace especialmente patente en las mutualidades, sobre todo en sus áreas de estructura, mientras que las aseguradoras puras son las mejor preparadas. Otro factor diferencial para la adaptación a Solvencia II es que la compañía esté cotizada o no, ya que las entidades con cotización pública están un 50% más desarrolladas que las que no están en bolsa.

Sin embargo, el informe revela que la industria ha avanzado de manera significativa en la estructura organizativa y en las estrategias de gestión del riesgo. Así, el 70% de las entidades encuestadas por everis asegura que su objetivo es alcanzar la excelencia en la gestión de riesgo aplicando las mejoras necesarias en el medio plazo. En este sentido, el 90% de las aseguradoras cuenta con un buen proceso de evaluación de los riesgos, en el que también se incluyen las políticas y procedimientos y otros procesos de gestión más cualitativa de los riesgos como las clasificaciones o los ratings.

No obstante, el 65% de las compañías encuestadas no cree que el cumplimiento de Solvencia II vaya a mejorar su competitividad. Para más del 65% de los encuestados, su motivación sigue siendo el cumplimiento normativo y el seguimiento de los niveles de riesgo asumido.

En el momento que se hizo el estudio, el 30% de los participantes aún no tenía ninguna partida presupuestaria para la mejora de la gestión del riesgo. Además, el 45% de ellos había comenzado a implantar su plan director de adaptación a Solvencia II y sólo el 20% había implantado más de la mitad de su plan director.

Diferencias en cuanto a nivel de gestión

Los riesgos mejor gestionados son los típicos de la actividad aseguradora. Es decir: vida, no vida y mercado. Ahora bien, las diferencias entre el nivel de gestión de estos riesgos son muy acusadas, pues el desfase entre el desarrollo de las compañías más avanzadas es más de 4,5 veces superior a las más retrasadas. En cualquier caso, se observa una decisión generalizada en el sector, al menos en el largo plazo, de implantar una gestión moderna de los riesgos a través de los planes directores y procedimientos.

Sin embargo, el estudio señala que el riesgo de vida es el parámetro que está peor gestionado entre las entidades aseguradoras menos desarrolladas, incluso peor que los riesgos no tradicionales en la actividad de aseguramiento como los riesgos operacionales y de crédito. Esto se debe a la complejidad en la gestión de este riesgo con requerimientos computacionales y tecnológicos muy importantes.

El estudio revela que es necesario un mayor esfuerzo en las inversiones en tecnología y este factor supone la mayor diferencia entre las entidades más avanzadas y las más retrasadas. De hecho, las compañías mejor preparadas para Solvencia II cuentan con un desarrollo tecnológico que supera en casi cuatro veces a las menos capacitadas para cumplir con la normativa.

Además, las compañías están dejando para un desarrollo posterior la gestión de los riesgos no actuariales y el proceso ORSA (Own Risk and Solvency Assesment).Sólo dos entidades han implantado su gestión a un nivel adecuado. De nuevo, las aseguradoras puras son las que mejor están preparadas para cumplir la normativa en lo que respecta a este área del negocio.

everis ha realizado este informe a partir de una encuesta entre casi cuarenta aseguradoras de primer nivel en España, Portugal, Italia, México, Argentina y Brasil, para identificar las mejores prácticas en la gestión del riesgo y el progreso que han realizado las compañías para adoptar las medidas exigidas por la normativa Solvencia II, que entrará en vigor en 2013 o en 2014.