El gerente de Ibermática apuntaba en esta misma dirección: “Es complicado medir el retorno de la inversión, sobre todo en algunos tipos de formación como la que se da en torno al puesto de trabajo. El beneficio más importante del e-Learning es la expansión del aprendizaje y la flexibilidad que proporciona, y así hay que medirlo porque no puedes hacerlo solo por la eficiencia”.

Por el contrario, Alejandro Salcedo, opinaba: “Es importante hacer una medición del retorno de la inversión y tiene que haber mecanismos con los que la organización vea que los cursos le están reportando beneficios”.

Una buena forma de sacar el máximo provecho a las actividades formativas es para Juan Liedo, “la combinación de las formaciones presencial y online, ya que de este modo mejora la satisfacción del usuario del curso”. Lo mismo opina el director general de Wilson Learning España: “Resulta más efectivo trabajar con un modelo mixto. Nosotros usamos Internet para los procesos de evaluación de los perfiles de los participantes porque es muy fácil valorar a muchos empleados en poco tiempo con esta herramienta y ver las lagunas de competencia en las que hay que incidir, luego empleamos webcast para presentar el tema, jornadas de participación, simuladores, test para chequear la valoración de los asistentes y tutorías de tipo presencial u online”.

Una argumentación que corroboraba Julio Mezcua: “En los cursos presenciales, la gente por diferentes motivos se queda con preguntas sin resolver que pueden hacer que ese curso no le valga de mucho, pero en el e-Learning esto no pasa porque están en la soledad de su ordenador y no sienten vergüenza para hacer preguntas. Para aprovechar esta diferencia, debe haber un tutor al que se pueda recurrir presencialmente o a través del PC. De ahí la importancia de establecer un modelo formativo mixto”.

La elección del contenido

Algunos de los ponentes, hablaban con anterioridad de la importancia en la selección del contenido a la hora de organizar un curso a través de Internet. Según el representante de Assima Software España: “Lo que tiene más éxito y es cien por cien e-Learning es el aprendizaje de sistemas técnicos. Nosotros utilizamos simuladores sobre los que el usuario puede desarrollar su trabajo como si de la herramienta real se tratara. El hecho de trabajar con un simulador que te guía en la estrategia que quieres realizar es un factor de éxito y los resultados que se obtienen son muy positivos”.

Por su parte, Daniel Aguado, afirmaba: “El e-Learning siempre ha funcionado mejor en enseñanzas técnicas que supongan, por ejemplo, aprender a utilizar Word, Power Point, Java… que en programas más estratégicos como pueden ser los de liderazgo porque en estos últimos la frustración suele ser mayor, ya que tienes que desarrollar una habilidad y esto no ocurre de forma inmediata. Los clientes valoran los cursos técnicos porque adquieren el conocimiento que necesitan de forma rápida”. En cuanto al tema de los simuladores, Aguado señaló: “El 80 por ciento de los clientes que tenemos en España piden simuladores porque necesitan experimentar para organizar sus tareas y aprenden con esta herramienta mucho más deprisa”.
Juan Liedo subrayaba esta misma idea al manifestar: “Aprender haciendo hace más fácil retener los conocimientos. De hecho, el 70 por ciento de las cosas que aprendes si no las empleas con cierta frecuencia las olvidas”.

El futuro

Para que los usuarios puedan sacarle el máximo partido a esta modalidad formativa, el e-Learning debe seguir evolucionando y aprovechar todos los recursos tecnológicos que hoy en día ofrece Internet. “La formación online debe integrar tecnologías móviles, Web 2.0, el aprendizaje informal con comunidades de colaboración y emplear los mundos virtuales para desarrollar secuencias de ‘role play’ que sirvan de apoyo a los cursos. En Ibermática, estamos integrando en la plataforma de e-Learning un servicio de mensajería para lanzar SMS a los estudiantes en temas de encuestas de satisfacción, recordatorios… Este tipo de mensajes se ven al cien por cien, mientras que los del email, no. De momento, funciona y hay cierta fidelidad sin que exista intrusismo comercial”, ha apuntado Juan Liedo.